La otra noche en medio de una avasalladora pesadilla
Un primate multicolor me sostuvo entre sus brazos
Meciéndome tan fuerte que desprendió mis cerrados parpados
A un universo paralelo.
Su furia trepaba desencajada
sobre mi rostro,
Sus ojos llenos de ira y fuego
eran
sofocante dolor
desprecio y lasitud.
La otra noche en medio de una avasalladora pesadilla
Un primate multicolor me sostuvo entre sus brazos,
Sus ojos eran como represas de aguas turbias
cayendo en caída libre
En mi desamparado rostro.
Un angustioso torrencial
Caía sobre mi ilusión abandonada.
Un ojo suyo y otro mío,
como dos rines de bicicletas doblados
repletos de fangos
de furias incontrolables
fundiéndose en un infinito lóbrego destino.
La otra noche
En medio de una avasalladora pesadilla
Un primate
Multicolor me sostuvo entre sus brazos meciéndome tan fuerte desprendiendo mis parpados cerrados a un infinito paralelo.
La noche también tiene cicatrices.
La noche,
La noche
Traía
Entre sus manos
sangre rota
Emergiendo desde el cántaro de la frustración.
Traía
Traía
sangre turbia
Emergiendo desde las ánforas del asco.
Traía
Traía
sangre de un Corazón ajeno,
Atosigado corazón
por los humos que trepaban modernamente por las chimeneas industriales….
Ese primate
Traía
La tristeza
de un ser enjaulado,
Vejado,
Manipulado
, utilizado
Un ser Servil.
Traía
La tristeza
de Jesús en un Ferrari,
de Mohamed en un matadero industrial
traía a Buda vestido de poli amor,
a Jehová donando su alma en un banco de sangre
traía a Freud
Sexualmente aburrido,
Abandonando insatisfechamente y entre lágrimas la mansión Playboy.
Eso Traía
Traía…
Todos vivimos Enjaulados
Confundidos,
Algunos más
Y otros menos.
Vivimos con claros cicatrices en el alma por la indolencia y la aberración de unos pocos .
Hasta aquí hemos nadado para descubrir
Que las profecías están en las galletas chinas
En las hostias de las comuniones de nuestros párvulos
En el Tik tok para iluinados
En las salchichas veganas que salvarán el mundo
y hasta
en las cadenas televisivas altruistas que solo llenan de caprichos sus bolsillos de amargo dinero.
Escritas están las palabras.
¡Ilusos!
Qué ilusos somos
Ya nadie sabe leer, porque
No nos ensenan a hablar ni a desentrañar las palabras cordiales.
La manumisión: reposa en los libros ocultos de la mente.
La otra noche
En medio de una pesadilla avasalladora
Un primate multicolor
Me despertó
Y supe que seguíamos arrodillados mirando
Nuestras mismas tropelías increíblemente sobrehumanas.
Jose Lara Fuentes @